De San Martín de Valdeiglesias nos fuimos directo a Ávila, pero en el camino, a pocos kms. de la ciudad, encontramos este santuario que siendo sencillo, nos gustó bastante:
Hacía mucho frío y el agua de las fuentes, aunque corría un poco, hacía bonitas formaciones de hielo.
Me sorprendió encontrar un restaurante de 2 tenedores, se trata del “Nuestra Señora de Sonsoles, Posada Real, Restaurante”. Entramos, tiene 2 áreas: una de restaurante y la otra tipo cafetería. Ambos son bonitos y en la cafetería hay una colección de muñecas y excelentes vistas a la ciudad de Ávila.
Era un lugar muy atrayente, pero no hacía mucho que habíamos desayunado, así que sólo pasamos a tomar un té y un café. Los meseros muy amables.
También vimos que había una posada rural, resulta ser un servicio nuevo que ofrecen, pero no pasamos a verlo. Continuamos nuestra travesía.
(Continuará).
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