miércoles, 26 de enero de 2011

Preparándonos para hacer canopy.

Pues como te contaba, fuimos a Colinas del Poás con Raúl y Carlos Olaizola. Era un día gris y llovía... pero tomando en cuenta que la vegetación del lugar no es algo común en España y no era plan esperar a ver si al día siguiente hacía mejor día para regresar, decidimos que si nos dejaban hacer el canopy así, así lo haríamos. El detalle estaba en que no íbamos con vestimenta acorde para hacer canopy bajo la lluvia... corrección... ¡no íbamos con vestimenda acorde para la lluvia! Y bueno, yo al menos tenía un forro polar que me mantenía calentita, pero ellos iban con suetercitos delgados y ya sin mojarse estaban pasando frío... pero consideramos que lo normal sería que en el lugar tuvieran capas para la lluvia.

Al entrar en Colinas del Poás, el lugar ¡me encantó! Toda una montaña para un sinfín de actividades. Aún con neblina y lluvia, se veía precioso. Por cierto, canopy = tirolinas.


Al llegar nos atendió Adriana, muy dulce y atenta, nos explicó con la maqueta del lugar el recorrido de 14 cables del canopy, las diferentes ofertas y nos indicó que por la lluvia lo mejor era no llevar cámaras, al menos no de las que el objetivo sale, como la mía, que era muy probable arruinarla, así que tuve que dejarla. Nos hizo una serie de preguntas para estar seguros de que no teníamos algún problema de salud que nos impidiera disfrutar del canopy. Le consultamos de las capas, pero un grupo numeroso había terminado con todas las que tenían, así que tocaba empaparse. Pasa que yo no estaba por la labor de terminar calada y pasar el resto del día, que era frío, así, con lo que se me ocurrió la brillante idea de pedir una bolsa grande y abrirle agujeros para la cabeza y brazos... así que verás en las fotos mi atuendo un pelín extraño (por no decir ridiculillo), pero preferí hacer un tanto el ridículo que arriesgarme a tener que viajar en avión con principios de gripe. Ellos no quisieron hacerlo y yo diría que lo lamentaron, porque, efectivamente, luego les tocó pasar frío el día entero.

Adriana también nos ofreció el servicio de un cámara que fuera acompañándonos y tomando video de toda la aventura... y sí, nos habría gustado contratarlo, pero resultó que estaban ya acompañando precisamente a ese grupo grande que se terminó las capas.

Nos ayudaron a ponernos el equipo y... ¡ya estábamos listos para volar por los aires! :)

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