Desde el principio y hasta el final, 9 de las 10 rondas del torneo, Enric Hernández jugó con maestría en mesa 1 en el torneo abierto de Cerdanyola, séptima edición.
Su fama, respaldada con dos copas del mundo, se mantiene, a pesar de haber tenido más de un año de no competir.
Y con todo, algo que me encanta de este hombre es su modestia. Comentábamos en diversos momentos del torneo y me seguia diciendo que no estaba nada escrito, que nunca se sabe con el scrabble. Yo sólo sé que eso a mis ojos lo hace aún más grande (y no me refiero a su altura corporal, que alto es y básicamente tiene que doblarse en dos para saludarme! jejejeje). ¡Así da gusto! :)
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