viernes, 3 de abril de 2009

¡Desde Rusia con amor! (Parte final)


Así que acepté. Fuimos al GUM. Resultó que él también estaba en Moscú por trabajo, ya llevaba 4 semanas allí, curiosamente, ¡también dando formación! Me preguntó sobre mis planes para esa noche (recuerda, allí la noche empezaba a las 16.00 en esa época) y le dije que nada especial, que lo único que sí tenía planeado era ir a bailar (me encanta bailar, suelo ir al menos a una discoteca a todo aquél lugar al que voy, créeme, en realidad no representa ningún problema ir sola si preguntas a la gente correcta, que normalmente es la gente del hotel, sobre algún buen lugar donde se pueda hacer así). Me preguntó si me parecía bien que diéramos un paseo juntos.




Me sorprendió que Louis, habiendo estado ya 4 semanas allí y encima alojado en un hotel al otro lado de la calle de la Plaza Roja, aún no hubiera hecho algo de turismo… él dijo que porque era un poco tímido… (!!!???) Así que lo llevé a los lugares que más me habían gustado, como los Jardines de Alejandro, la Plaza Manezhnaya y algunas de las estaciones de metro. Viendo que estaba encantado con esos lugares, insistí en preguntarle por qué no había salido a ver algo antes… y va y me responde: “¡Porque estaba esperando a la guatemalteca que me viniera a enseñar Moscú!" ¡Sin lugar a dudas fue la mejor broma de la semana! ¡Estuvimos riendo en diversos momentos de la noche siempre sacando esa frase!



Me invitó a cenar al restaurante del Café Pushkin, del que por cierto no había oído hablar en mi vida… así que como ninguno de los dos iba vestido como para ir a un lugar selecto, ni se me ocurrió que lo pudiera ser… ¡y lo era! Sí que me sentí mal cuando vi cómo iba la gente vestida… pero bueno, Louis también iba con vaqueros, así que ¡al menos yo no era la única mal vestida! ;)





Un video sobre la comida del Café Pushkin: (Lo siento, este no es mío, así que está en inglés pero ¡la verdad tampoco hace mucha falta entender lo que dicen!).







El lugar era maravilloso, eso sí, bastante caro... ¡Pero! ¡No era yo la que pagaba! ;)



Para finalizar nuestra visita al Pushkin, bebimos una tradicional taza de chocolate que la camarera preparó frente a nosotros siguiendo la técnica para batirlo que usaban en la época de los Zares. ¡Fue como un pequeño show! :)





Louis me preguntó si me podía acompañar a la disco, por supuesto para mí eso era mucho mejor que ir yo sola, así que fuimos a un lugar que le recomendaron, pero al llegar resultó que tenían una fiesta privada. Ninguno de los dos tenía idea de a dónde ir entonces, pero cerca de nosotros estaban 2 italianos también sin poder entrar. Louis les preguntó si sabían de otro lugar a dónde ir y ellos respondieron que estaban pensando ir a un lugar dentro del Parque Gorki, que sería genial si nos uníamos a ellos, así que fuimos. Me sorprendió mucho que tomáramos el taxi en plena calle, justo como me habían dicho nunca hacer. El taxi nos dejó en la puerta del lugar, no me dejaron pagar mi parte. No sé en realidad si el taxi cobró de más o no, pero ellos no se quejaron. El lugar resultó ser un restaurante, no una disco, así que estuvimos bebiendo algo, conversando y riendo. Uno de los italianos resultó ser Chef, llevaba ya 8 años viviendo en Moscú. El otro era su amigo y en principio había ido a visitarlo unos días pero se estaba planteando el quedarse a vivir la experiencia por algunos años. ¡Me sorprendió la naturalidad con la que comentaba esa posibilidad! ¡Debe ser maravilloso tener esa libertad!



Nos fuimos de allí a eso de la 1 de la mañana. ¡Oh sorpresa! ¡A esa hora no era permitido que los taxis entraran al parque! Lo que significaba que tendríamos que salir caminado por un camino que estaba cubierto por una fina pero resbaladiza capa de hielo. Por supuesto me compré ropa y botas especiales para nieve antes de ir… pero el llevarlas no significa saber maniobrar con ellas y no tardé en caerme… ¡Así que allí estaba! A la 1 de la mañana, a la mitad del Parque Gorki, con aproximadamente -30 grados C de temperatura ¡y completamente despatarrada en el suelo! Inmediatamente los 3 se acercaron a ayudarme e insistían en preguntarme si de verdad me encontraba bien… y sí, mi cuerpo lo estaba, ahora lo que es mi ego… :S A partir de allí, salí del Parque Gorki con un italiano sujetándome por un lado, el francés por el otro y el otro italiano “cuidándome la espalda” En realidad los 3 me cuidaron como verdaderos caballeros. (Sip, ¡otra ventaja más de ser la única mujer del grupo!). :D



Nuevamente tomamos un taxi a mitad de la calle, pero bueno, en esta ocasión tampoco es que tuviéramos otras alternativas en realidad y ninguno de ellos mostró preocupación alguna por ello. Fuimos al Chesterfield Café ¡Finalmente una disco! :) (No pongo el link porque pusieron otro lugar allí que al parecer no es muy recomendable). Lo pasamos muy bien. Siempre es interesante observar el comportamiento de la gente en las discotecas, en especial si no estás en tu país, aunque no siempre entiendes lo que está pasando. A las 3.30 me recordé que tenía un taxi citado en el hotel para llevarme al aeropuerto a las 4.30… ¡y aún no tenía lista mi maleta! Como buenos caballeros los 3 me llevaron al hotel… ¡nuevamente tomando un taxi en plena calle! Por supuesto tuve que meter todo como bien pude en la maleta y apenas me dio tiempo de darme un duchazo antes de salir, ¡como para poder descansar algo! ¡Pero! ¡Ya lo haría en el avión! :D




Para mí Moscú es una delicatessen para la vista. Me encantaría ir de nuevo y ya de paso incluír una visita a San Petesburgo... ¡Se aceptan patrocinadores! ;P



Una web con vistas de 360 grados de Moscú:



http://www.moscow.info/qtvr/index.aspx



Webcams en tiempo real:



http://www.earthcam.com/russia/moscow/

1 comentario:

  1. Quiero ir al Café Pushkin!!!! Me encantaria probar esas tortitas con caviar o la carne enrollada y presentada como una carta...o el chocolate...mmmmmmmm

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