Aterrizando y guardando de nuevo el glogo.

El aterrizaje fue también muy suave, aunque nos trabamos con una alambrada, pero no pasó a mayores el asunto.

Fernando nos pidió que nos agarráramos a unos lazos que habían en las esquinas, en parte para no tener las manos fuera de la cesta, en parte previendo cualquier percance. ¡Así que no tenemos fotos de esa parte! :/

Al aterrizar Fernando preguntó que quién quería ayudar a bajar el globo y yo me apresuré a presentarme voluntaria :D Sólo consistía en bajarme de la cesta, coger un lazo e ir caminando en línea recta. No era precisamente difícil, aunque sí que pesaba un poco.

Llegó Antonio y se pusieron a doblar el globo, guardarlo en su funda, sacar las bombonas de la cesta y meter todo en el remolque.

Mientras tanto nosotros comentábamos el vuelo. Nos enteramos que con Laureano iban los de una boda, quiero decir, unos que se estaban casando en pleno vuelo en globo. :D