lunes, 1 de marzo de 2010

Asador Escondido: como visitar a un amigo en su pueblo y que además resulte ser chef. Finde de San Valentín 2010: sexta parte.

El lugar que encontramos interesante en la web 11870.com y que además nos quedaba en el camino de vuelta a Los Enebrales, fue el Asador Escondido, en Burgohondo.


A pesar de tener la dirección e indicaciones, no fue fácil encontrar el lugar (vamos, que le hace honor al nombre) ;P Tuvimos que preguntar 2 veces y nos equivocamos de camino otras tantas. Burgohondo es pequeño, pero está en un enclave que le dota de preciosas vistas.

Cuando por fin llegamos ya eran las 16.30 y en España la cocina de los restaurantes se suele cerrar a las 16.00. Así que mejor bajó Curro a preguntar si aún nos atendían y tuvimos la suerte de que Julio se apiadara de nosotros y a pesar de tener la cocina ya cerrada, nos dejara entrar. A partir de aquí, ¡el trato por completo fue como si hubiéramos sido amigos de toda la vida a quienes hubiera invitado a visitar y a quienes hubiera querido dar a probar lo mejor de su cocina! :D



Pasa que de entrada no sabíamos que quienes nos estaban atendiendo eran el dueño y su hijo. Desde el principio se preocuparon por darnos buenas recomendaciones en cuanto a qué pedir, pero además sobre las cantidades (no es muy normal que si tú pides 2 raciones de un entrante te digan que con una tendrás porque las raciones son grandes y la verdad que esa consideración se agradece bastante).

En la parte de atrás de la carta, aparece este texto:



Me sorprendió mucho la honestidad y frescura de Julio. Además es tal cual: un lugar de pueblo para ir a comer bien. Raciones grandes, buena materia prima, buenos precios.

La comida: ¡genial! Probamos los huevos escondidos, la ensalada de pimientos y el chuletón. Todo muy rico, notas la calidad de los productos y el buen hacer de Julio. Entre plato y plato se nos acercaba para preguntarnos qué tal y contarnos un poco de la historia del lugar y de su familia. En una de esas salió el tema de internet y ya le comenté que habíamos conocido su asador por la web 11870.com y Curro le dijo que yo tenía un blog (a mí no es que me guste irlo diciendo en realidad, yo sé, no me luce ponerme timidilla con estos asuntos, pero es lo que me pasa, a decir verdad)… ¡Y entonces ya! ¡Vamos! ¡Como si fuéramos amigos de toda la vida y tuviera tiempo de querer que le visitáramos! :)

Estuvimos conversando un buen rato, aprovechamos para preguntarle de alguna recomendación para ir a cenar esa noche y ya de paso nos dijo también lugares para visitar en los alrededores.

Proseguimos nuestro camino, nuevamente encantados con haber conocido un buen lugar al que ir a comer pero a la vez lamentando no tenerlo más cerca de casa.

(Continuará)

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