Custodiando la Plaza de la Constitución de Sóller se encuentra la Iglesia Parriquial de Saint Bartomeu. Es preciosa desde fuera. Dejamos su visita para después de caminar por el Carrer de Sa Lluna. Por dentro pudimos verla muy poco que justo estaban cerrando, lo poco que vi, diría que me pareció “muy normalita” respecto a lo que esperaba luego de ver el exterior. A su lado se encuentra el Banco de Sóller, que tiene en la fachada un estilo muy similar al de la iglesia, así que ambos hacen muy buena pareja.
Información de la iglesia y del banco, sacada de BalearsCulturalTour:
“En la Plaza de la Constitución, en el número 22, dominando la plaza, se alza la Iglesia parroquial de Sant Bartomeu, edificio levantado en diferentes etapas constructivas, patentes en los vestigios que se pueden apreciar alrededor de la misma. La iglesia primitiva, fue construida antes del año 1236, sufriendo diversas modificaciones a lo largo de los siglos. En la fachada lateral de la calle del Born se encuentra la antigua puerta de entrada a la iglesia medieval, con un portal de medio punto cegado; en la calle de Joan Baptista Ensenyat, todavía se puede distinguir un ventanal románico abocinado; y en el exterior, se pueden ver restos de la fortificación amurallada del siglo XVI, construida como consecuencia del más devastador ataque turco acaecido en la villa de Sóller en 1561. En el interior se conservan retablos góticos y barrocos de gran belleza.
El actual templo presenta una estructura barroca (1688-1733), con fachada modernista proyectada en 1904 por el arquitecto catalán y discípulo de Gaudí, Joan Rubió i Bellver. La nueva fachada se articula a partir del atrio de entrada constituido por tres arcos ojivales, flanqueados por dos ángeles que dan cobijo a la estatua de San Bartolomé, patrón de la ciudad, y rematada con una estructura escalonada. El resultado es una fachada de inspiración neogoticista, donde llama la atención el color grisáceo de la piedra calcárea originaria de Sóller, con un tratamiento rugoso o rústico, que confiere una especial textura a la fachada.
En el número 21 de la misma plaza se halla el Banco de Sóller, que fue construido en el año 1889 con la finalidad de custodiar el capital acumulado por los emigrantes que retornaban de Francia y América. Es obra del mismo arquitecto que diseñó la fachada de la iglesia parroquial, Joan Rubió i Bellver. El edificio se reformó en 1910-1912 dándole el mismo tratamiento rústico que al de la fachada parroquial como si de una prolongación de la misma se tratase. Destacan el despliegue original de oberturas, la doble tribuna volada de diseño gaudiniano, el portal circular de entrada y el cuidado trabajo de forja de las ventanas de complicadas formas ondulantes.”
(Continuará).
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