jueves, 18 de marzo de 2010

Noche de Scrabble con el Club Scrabbalear. ¡Visitando al Club Scrabbalear!

Al salir del Café Capuccino San Miguel, hubo un pequeño zafarrancho. Pasa que Xisco iba a ir a recoger a Claudia, también miembro del Club Scrabbalear y por su lado Pochola quería acercar un poco el coche. Así que le sugirieron a Cris un sitio para llevarnos.

Fuimos caminando, disfrutando de los patios con puertas abiertas y de las tiendas que veíamos por las calles.

Llegamos al lugar sugerido por Pochola y Xisco… pero me da que o ellos hacía muchos años que no iban… o que nunca habían ido a esa hora (sobre las 18.00 o así), porque era un bareto cutre (bareto cutre en España = lugar para tomar algo casi tirando a de mala muerte en Guatemala), pero que fuera un bareto cutre no habría sido en sí un problema, pasa que además sólo había chavalines de como 16 años o así, más bien góticos, con las típicas y normales actitudes de los chavales de su edad. Igualmente nos sentamos, imagino que nuestras caras eran un poema, pero bueno, todos era bastante pacíficos en realidad y en todo caso los que estábamos fuera de donde nos correspondía, éramos nosotros.

Básicamente nos ignoraron y lo preferimos así. Descubrimos que existe lo que se llaman las “gothic lolitas”. Llegados a un punto en que Pochola, que se supone que sólo había ido a mover el coche, tardaba mucho, con lo que la llamamos para de paso decirle que mejor la esperábamos afuera.


Nos fuimos ya a casa de Pochola, muy bonita por cierto, un chalet de 2 plantas con piscina propia, un jardín con parrilla y conocimos a Lola, su perrita.

Dejamos las cosas en nuestras respectivas habitaciones y… ¡a jugar! :D



Luego de varias partidas donde Topo y yo fuimos arrasados por los Scrabbaleares (¡que encima luego querrán que digamos que fueron buenos anfitriones! ) ;P nos dispusimos a cenar.

Pochola nos preparó un delicioso chili del que nos había hablado en León. Empezó sirviendo una base de arroz blanco, ante lo cual Topo soltó un “a esta paella le faltan unas cuantas cositas, ¡eh!” jejejejejeje

El chili estaba buenísimo y dio hasta para repetir. Terminamos y las visitas se fueron y nosotros nos fuimos a la camita como niños buenos… ¡que al día siguiente íbamos a empezar temprano!

(Continuará.)

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