¡Visitando a los Scrabbaleares! Introducción.

Si recuerdas, en el piso donde estuvimos pasando el fin de año en León, entre los asistentes, estaba Pochola. Ella vive en Mallorca. Tenía que pasar por Madrid para regresar a Mallorca, así que estuvo en casa la noche del 5 al 6 de enero.

La verdad que como buenas viciosas del Scrabble, en lugar de salir a hacer turismo o algo, nos quedamos en casita jugando (¡Eh! ¡Que yo le dije de salir y ella no quiso!) ;P El caso que, lo típico, ya pasada la media noche, nos dice ella que a ver cuándo la vamos a visitar. Le digo que el problema para ir a las islas suelen ser los precios de los aviones… ¡y ella ni corta ni perezosa de un salto se pone a buscar en internet que estaba Ryanair con buenísimas ofertas! Y el tema es que sí, las ofertas eran tan buenas, que ya sumando todo (porque Ryanair primero te da un precio, pero si quieres llevar maleta, suma tanto, si pagas con tarjeta de crédito suma esto más… ¡en fin! Que hay que tener cuidado con eso no sea que luego te salga más caro con ellos que con mejores líneas aéreas), nos venía a salir el ida y vuelta por 40 euros por persona ¡una total maravilla! ¡Así que allí estaba yo! ¡A las 3 de la mañana de un 6 de enero, comprando billetes para Mallorca!

Luego surgió la idea de ver si más gente se unía, pero al final el único atrevido fue Topo.

Salimos pues el viernes 26 de febrero rumbo a Mallorca, a eso de las 9 de la mañana. Topo habría llegado algo así como una hora antes, Pochola nos recogería en el aeropuerto.

Sil y yo ya habíamos estado en Mallorca, en el 2004, Curro aún no había ido. Yo no recordaba el aeropuerto y la verdad que me gustó, bastante bien organizado y moderno.

Pochola llegó a recogernos, Topo ya había llegado pero más tarde de lo previsto y nos estaba esperando sentado en una terracita picando algo. Nos unimos a él que no habíamos desayunado antes. Tuvimos mucha suerte con el clima, que justo el día antes había sido un día de lluvia y frío, mientras que ese día estaba magnífico, con sol y para nosotros hasta había calor, el suficiente para quitarnos los suéteres y similares y eso, a como ha estado el clima este año, se agradece un montón.

Ya desde el principio Pochola dio muestras de ser una excelente guía de turistas, nos organizó un fin de semana que aún cuando lo recuerdo pienso ¡madre de Dios! Que estuvo aprovechadito de principio a fin. El Club Scrabbalear al completo (¡Y familias; y amigos!) ¡Fueron unos anfitriones maravillosos! :D

(Continuará).